de los golpes de la vida...

Érase una vez, un pequeño fer que tenia de unos 4 a 6 años, el mundo era todo un misterio para el. Había otros mundos, grandes historias, leyendas, magia, mitos, la navidad, el ratón de los dientes... y claro... EL APESTOSO MUNDO REAL;

Íbamos camino a Monterrey a visitar a mi tío que en ese tiempo era hermano marista. Era un viaje largo desde Aguascalientes hasta allá en una camioneta VW de las blancas estilo scooby doo, solo que menos groovie. Toda la familia hablaba sobre Monterrey, el calor sofocante, el rechinar de las llantas sobre el pavimento, los apodos a los regios de "coditos" y "los huevos fríos" (chiste que entendí algunos años después). Hablaban sobre un láser verde que acababan de instalar en el barrio antiguo, tan modernos los regios! Y claro, no podía faltar... el grandioso... magistral... autentico... inigualable (redobles); "CERRO DE LA SILLA".

GOAU!... Digo... GOAU!... de todo lo que habían mencionado... poco me había causado ruido en la cabeza... poco había despertado en mi pequeña alma infantil aunque sea un poco de interés. Pero esperen un momento... estaba el... CERRO DE LA SILLA!!!! no no no, debo comprobarlo, escuche mal?... - Mamá! que es el cerro de la silla? - ... - ah pues... es un cerro... en forma de silla mijo"....
GOAU chorrocientasmilveces mas. Me desconecte de la platica y empecé a soñar. "El cerro de la silla! no mames! debe ser grandioso! porque nunca lo vi en la tele?... habrá cerro de la mesa?, habrá quien se siente ahí?, se podrá subir uno al cerro de la silla?"
Las cuestiones continuaban. Imagínense! una silla hecha cerro, o un cerro hecho silla!!! Para el caso daba igual. Talvez con casas de campo arriba y todo! Yo imaginaba algo mas o menos... así;



Lleno de expectación llegue a Monterrey. Era de noche y le pregunte a mi familia; - Y el cerro de la silla? donde esta el cerro de la silla? - Pero todos dijeron que por la mañana siguiente lo podría ver, porque la noche no nos lo permitía. Yo la verdad estaba lleno de emoción. Ya quería que fuera de mañana para ver el cerro de la silla.
Al día siguiente, al despertar me hicieron bañarme, saludar a fulano y mengano y otras cosas por una eternidad, hasta que como media hora después de despertar por fin pude ir a ver el cerro de la silla!...

Al salir y ver esto;



y buscar y buscar y buscar al puto cerro de la silla... pregunte; "y donde esta?". Entonces señalaron con el dedo y dijeron; - Mira, apoco no es igualito a una silla de montar? -
No pueden imaginar el puto coraje que sentí. Decepción, desilusión. Fue el momento mas triste.
"Tiene forma de silla de montar” ..de montar ca-ba-llos. A quien se le hubiera ocurrido?... que estupidez... A quien le importa un puto cerro con forma de silla de montar?... Si por lo menos tuviera al caballo completo… bueno, seria interesante… pero sin caballo?
Desde entonces por mi, los regios se pueden meter su puto cerro de la silla donde mejor les quepa.

Lo de los caballos me recordó otra desilusión grande en mi vida. Los caballitos de mar. Cuando supe que existían yo imaginaba algo mas o menos así;



Pero no... resulta que solo hay dos opciones de caballos de mar;



Y para colmo años después me entero que los muy mandilones cargan a los caballos de mar bebes hasta el parto... no me vengas!!!

Tambien recuerdo haber batallado durante años enteros de mi infancia para encontrar el conejo en la luna. Cuando te dicen que hay un conejo en la luna y todo mundo lo ve, lo mas logico es que imagines que? pues un puto conejo en la luna no? Enorme, pues todos lo pueden ver, pero resulta que para mi siempre se escondía!



pues no... resulta que el conejo en la luna es un pinche dibujo abstracto y de cabeza;



De verdad es muy cruel que a los niños se les mienta con juegos de palabras. Para mi fue traumático. Acepto que la imaginación en mi tenia cierto efecto que tendía a exagerar en mis expectativas, como cuando fui al zoológico de San Diego a la edad de 5 años con los niños de mi Kinder. El final de tour era subir a una canastita de teleférico por arriba de las jaulas mas grandes de animales selváticos. Yo esperaba subir sobre las rejas, entrar entre las plantas y pasar entre los animales. A los 5 minutos de descubrir que no era así, sino simplemente pasar por arriba donde solo se veían entupidas plantas, hice mi coraje y no volví a voltear hacia afuera.

Definitivamente dentro de mi cabeza las cosas eran más divertidas.