4 may 2006

canidrama ...


Les voy a contar una historia de perros. Pero no se apuren, tiene final feliz.
Vale la pena aclarar que no me gustan los animales, y no porque ponga post de animales significa que me gustan....
Ok, la historia trata de dos perros que están en mi casa (que no son míos). Resulta que por azares del destino, los tuvieron que juntar. El macho es un cocker spanney (o como se escriba) color gota de miel de tamaño relativamente pequeño. Este wey se llama Charley y es un marica. Me caga porque solo se la pasa chillando todo el día, y si por él fuera, estaría pegado a ti mientras lo acaricias hasta que muriera. La hembra es una Afgano (has de cuenta un galgo pero con mucho pelo y larguisimo, de unos 20 cm.) también color miel y muy elegante. Ella se llama Yara.
Cuando juntaron a Charley y a Yara se odiaban. Existían muchas diferencias entre ellos. Mientras que Yara es sumamente tranquila y le gusta caminar contoneando el cabello, Charley se la pasa brincoteando y chillando. Yara come sentada en el suelo (porque es muy alta y no alcanza el plato si come parada) y con las patas delanteras cruzadas. Puede durar comiendo años porque lo hace con suma calma y delicadeza. Nunca come de otro plato que no sea el suyo y le molesta muchísimo despeinarse. En cambio Charley traga como cerdo, y trae su comida de aquí para allá sin importarle donde se meta o que tan grotesco se vea. También se puede divertir ladrándole durante horas a un mosco o un grillo, mientras que Yara ni siquiera los voltea a ver. Cada que llega alguien a la casa Charley se levanta corriendo a ladrar como idiota sin saber quien llegó. Yara espera a ver de qué se trata y camina con calma si es un conocido.
Ahora, juntarlos de repente, les dio en el orgullo canino. Yara lucia diariamente una cara de indignación constante, mientras que Charley lucia una cara cada vez más estupida, como de aquel que no entiende el chino pero igual vive en su burbuja rosa y feliz.
Han pasado los meses y han tenido que aprender a vivir uno con el otro (porque no les queda de otra, son roomates). Yara al principio le quitaba el tapete donde dormía Charley, así nomás por joder, y Charley se comía la comida de los dos porque el wey cree que su estomago es un barril sin fondo. Ya han superado esas cosas y llegaron a la indiferencia. Ni uno pela al otro.

Por lo menos hasta hace dos días que........

Resulta que Yara se puso en celo (o al menos eso dice mi abuela, yo la veo igual de perra que siempre) y resulta que a Charley se le alboroto la hormona, tal y como era de esperarse.
Pues resulta que el pinche perro ogt no me dejo dormir, ni a mi ni a Yara, porque el wey se la pasó llorándole con un sonido agudo similar a un silbato canino (interprétese como quiera) insoportable. Se aventó toooda la maldita noche chillándole a Yara rogándole para que le aflojara. Obviamente Yara se alejaba lo que podía de el, pero el la seguía para todos lados, con una cara taaan loser que nunca creí ver en un animal.
No soy un experto, pero si me senté a platicar con Charley y le explique que ninguna vieja te afloja si le chillas pidiéndole que te deje tirártela!... bueno, pues como que el wey nomás no entendió y le siguió chillando.
Ayer por la noche, seguían los quejidos de desesperación de Charley, y me asomé por la ventana cual vecina metiche en tubos y vi a Yara tratando de huir desesperadamente de su enfermísimo stocker. Bueno, supuse yo que toda la noche seguiría escuchando al pobre perdedor de Charley rogarle a Yara y me resigné a dormir así.

Extrañamente, como a eso de las 3 de la mañana deje de escuchar a Charley chillar y a Yara correr.... Solo dije; "por fin" y volví a dormir.

Por la mañana para ir a la uni, desperté y todo seguía tranquilo (cosa rara). Así que voy a asomarme al patio para ver al marica de Charley en su clásico rincón (porque Yara siempre lo desterraba del cuartito que tienen) y a Yara dormir a sus anchas en su cobija de siempre.
Cual no seria mi sorpresa de encontrarme, a ambos caninos, retozando en el centro del patio, y no solo uno junto a otro, sino que Charley estaba recostado en la panza de Yara y a Yara con una de sus patas como abrazando a Charley!!! Wow! es lo más insólito. No supe realmente que sentir.... juro que se veían incluso "exhaustos".... No sé con certeza que sucedió esa noche... pero sea lo que sea que halla sucedido, valla que los unió (y de que manera heee).

El síndrome post remordimiento de conciencia femenino; Cuando regresé de la uni me encuentro a Yara incapaz de ver a Charley, ni siquiera de reojo. Le rehuye, lo evade, se va a lugares que el no alcanza.

El síndrome post patán sin conciencia masculino; Charley se la paso todo el día ladrando cual macho apoderado. Corriendo con energías y presumiendo de sus habilidades caninas.

Claro, ahora que es de noche, escucho su chillido molesto y constante nuevamente....

5 Comments:

At viernes, 05 mayo, 2006, Blogger Jorge Terrones said...

XD XD XD

aaaaaaa pinches perras...
el remordimiento femenino jaaja, eso es muy chistoso porque una que otra perra está al revés, es decir, pues como orgullosa de su aventura, chale, no sé si pase lo mismo con animales.




XD
ídem...

 
At viernes, 05 mayo, 2006, Blogger Paganel said...

puro sexo, perros

mejor hablemos de cosas mas bonitas como Ely Guerra XD

 
At viernes, 05 mayo, 2006, Blogger .:Molen:. said...

gracias por el mensajin en mi post:D Oye porque no te gustan los animales? ni los dobermans ? jaja yo tengo 5 son hermosos!!

 
At sábado, 06 mayo, 2006, Anonymous Anónimo said...

Aaaah one night stands, doggy style... damn that reminds me... I have to go call up a "friend" for a "date"!! hehe just kidin'!

 
At lunes, 08 mayo, 2006, Anonymous Anónimo said...

No creí que dos perros encerrados en un patio pudieran crear una historia tan interesante y chistosa. Vilmente sintetizaste una actitud muuuuuuuy común y antigua entre los humanos. Chale, hasta los perros (machos) tienen que sufrirle, no es justo, pobres.

Ah, por cierto, creo que si los quieres, en especial a ese Charley que tanto insultas.

 

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