El infierno de Dante Estoy lellendo la Divina Comedia que seguramente muchos de ustedes habran leido. Para los que no, les recomiendo imperativamente dícha lectura. La edición que tengo contiene notas al pié de cada pagina de Narciso Bruzzi Costas, y convierten al libro en una espece de; "La Divina Comedia for Dummies". En lo personal le encuentro mucho más gusto, porque entiendo perfectamente de que se trata. En el libro hay mención de muchos personajes latinos de la epoca de Dante y muchos otros de epocas pasadas. Existe una infinidad de historias mencionadas que me llaman la atención, pero más que otras me encantó la siguiente historia que les transcribiré, espero que la lean;
CANTO TRIGÉSIMOTERCERO; La escena se desarrolla en el último círculo del infierno, en el lago congelado, donde está el Conde Ugolino della Gherardesca comiendo del cebo de la cabeza del arzobispo Ruggieri degli Ubaldini. Dante le llama y le pide explicación de sus actos. Pueden leer las notas al final del texto;
"Apartó aquel pecador su boca de tan horrible cebo, limpiandosela con los cabellos del cráneo mismo que había estado royendo, empezó a decir: Me pides que renueve el desesperado dolor que oprime mi corazón con sólo pensar en él, y aun antes de referirlo; pero si mis palabras han de ser ocasión de nueva infamia para este traidor a quien devoro, verás que a la vez hablo y prorrumpo en llanto.
No sé quién tú seas ni cómo has descendido a estos abismos; pero, al oírte, me parece que eres de Florencia. Has de saber que fuí el conde Ugolino(1), y este otro es Rugiero el arzobispo(2) y ahora te diré por qué de tal suerte le maltrato. Que por efecto de sus malignas sugestiones y por fiarme de él, fuí preso y perdí la vida, no he menester decirlo; pero lo que tú no puedes haber oído, es decir, cuán cruel fué mi muerte, lo oirás ahora, y sabras hasta qué punto me ha ofendido.
Una estrecha claraboya abierta en la torre, que desde que fué mi encierro se llama del Hambre, y que servirá todavía de prisión a otros, había dado ya paso a la luz de más de una luna, cuando me asaltó el siniestro sueño que vino a romper para mí el velo del porvenir. Aparecióseme éste como caudillo y señor de los que iban cazando el lobo y los lobeznos(3) por el monte que impide a los pisanos ver a Luca(4); y así llevaba delante de sí a los Gualandi, a los Sismondi y a los Lanfranchi(5), con una traílla de perros flacos, hambrientos y ejercitados en el oficio. Parecióme que a la primera carrera padre e hijos caían rendidos, y que con sus agudos dientes les desgarraban los costados sus perseguidores.
Cuando desperté antes de amanecer, sentí a mis hijos, que estaban conmigo, llorar entre sueños y pedirme pan. Cruel debes de ser si no te condueles al considerar lo que presagiaba mi corazón; y si esto no te mueve a llanto ¿qué otra cosa te hará llorar?
Estaban ya despiertos, iba pasando la hora en que solía traérsenos la comida, y cada cual pensábamos en el sueño que habiamos tenido; cuando sentí clavar la puerta de la horrible torre. Miré al rostro a mis hijos sin hablar palabra. Yo no lloraba, que tenía empedernido el corazón; pero lloraban ellos, y mi Anselmito(6) dijo: - ¡Que modo de mirar, padre! ¿Qué tienes?-No derramé una lágrima, ni respondí en todo aquel día ni la siguiente noche, hasta que otra vez salió el sol para el mundo. Y como entrarse una ráfaga de luz en la dolorosa cárcel; y juzgase yo de mi aspecto por aquellos cuatro semblantes, de pena comencé a morderme entrambas manos; y creyendo ellos que lo hacía por sentir ganas de comer, levantáronse de ptronto, y me dijeron: -Padre, será mucho menos nuestro dolor si comes de nosotros: tú nos vestiste de estas miserables carnes; aprovéchate tú de ellas-. Me calmé entonces para no entristecerlos más; y aquel día y el siguiente permanecimos mudos. ¡Ah, dura tierra!, ¿por qué no te abriste?
Así llegamos al cuarto día, pasado el cual cayó Gaddo tendido a mis pies, diciendo: -Padre mío ¿por qué no me ayudas?-. Allí mismo murió, y como tú me ves a mi, los vi yo a los tres ir falleciendo uno tras otro entre quinto y sexto día; y después, ciego ya, iba buscando a tientas a cada cual, y dos días estuve llamándolos después de muertos...
¡y por fin pudo en mí, más que el dolor, el hambre!(7)"
1.- Uno de los más poderosos nobles pisanos. Gibelino en sus comienzos, se pasó al partido güelfo, por lo cual se le expulsó de la ciudad en 1275. Consiguió el apoyo de los güelfos de Luca y de Florencia y marchó contra sus conciudadanos, venció y entró en la ciudad por las armas. Esto le permitió ser el más notable de los señores de Pisa, desde 1275 hasta 1285, año en que, mediante un ardid, cayó en manos de sus enemigos y fué encarcelado -junto con sus hijos y nietos- en una torre, donde hallo horrible muerte junto con los suyos.
2.- Arzobispo de Pisa desde 1278 a 1295. Pertenecía a la fracción de los gibelinos.
3.- Él y sus hijos.
4.- El monte San Julián.
5.- Familias gibelinas de Pisa.
6.- Sus hijos eran Gaddo y Uguccione y los nietos Brigata y Anselmuccio.
7.- Esta expresión ambigua del Poeta deja al lector en suspenso. O Ugolino murió de habre o el hambre lo llevó a comer la carne de sus hijos.
Ahora, yo le voy a que se comio a sus hijos. La torre llamada Hambre resulta ser que existe, y esta historia forma parte de la cultura italica. El infierno del libro es lo mejor. Despues el purgatorio ya es un tanto aburrido, pero definitivamente vale la pena leerlo con calma y no perder detalle.
La primera pelicula de producción Italiana es casualmente "L'Inferno" y fué filmada en 1911. en
ÉSTA pagina pueden encontrar el trailer y más información. Para el tiempo en que fué filmada yo quedé sorprendido. Los escenarios son muy parecidos a lo que te describe el autor, y los efectos, no no no. Ni Dinosaurios!... No, la verdad es que vale la pena. Espero les halla gustado el post pseudointelectual (a los que sí lo leyeron todo).